julio 03, 2006

Entrevistas: Carmen Ruiz Barrionuevo

Catedrática de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Salamanca, España, en exclusiva para Conexión Orrego.

¿Cuál considera que podrían ser los aspectos más trascendentales de la vasta obra de Antenor Orrego?

Si hay que destacar algunos aspectos fundamentales de la obra de Antenor Orrego (1892-1960) creo que estarían centrados en dos ámbitos: Su clarividencia respecto a la persona y la obra de César Vallejo, y su reflexión sobre su propia tierra peruana que supo trascender hasta la creación del concepto “pueblo-continente”.
Respecto al primero, supo verlo muy pronto cuando en 1914 reunió el Grupo de Trujillo y observó la trascendencia de la obra de Vallejo, su inmensa riqueza poética, su carácter inclasificable y su renovadora intencionalidad, por lo que acabaría convirtiéndose en símbolo espiritual de la nueva cultura americana. En el segundo caso, que está engarzado con el primero, Orrego con su sólida formación filosófica, dentro de un idealismo humanista, promueve su teoría abarcadora de la interpretación del continente cuyo vértice es indiscutiblemente peruano para avanzar en la defensa de la historia propia de todos los pueblos de América sin interferencias de sesgadas miradas europeas. La base de su pensamiento se fundamenta en los conceptos de independencia, libertad, democracia y justicia social, que son válidos tanto para su nación como para el ámbito continental, porque, aunque su teoría se arraiga en su propia tierra, no prescinde de la asimilación de la cultura de la vieja Europa, sino que piensa en una integración de esos valores que revertirán en el plasma vital de una nueva síntesis, que tendrá como resultado un “pueblo-continente” surgido en un horizonte de esperanza. Y como sujeto irreemplazable de su teoría propone un nuevo tipo de hombre americano, cuya base es el mestizaje enriquecedor. Todas son ideas que Antenor Orrego procesa en su libro de 1939, Pueblo-Continente. Ensayo para una interpretación de la América Latina y en otros variados títulos.

Es una pena que su obra no sea debidamente valorada en la actualidad…
Su obra, injustamente poco conocida, se va haciendo un lugar en el pensamiento hispanoamericano por su íntegra línea de actuación que le llevó a entender al escritor dentro de una responsable función social. Por eso su énfasis en la apelación --que puede tener algo de utopía-- a las juventudes de América en la búsqueda común del renacer de un nuevo continente, es básicamente un programa práctico y de planteamiento político como el que esa sociedad demandaba.